¿Qué le vas a ofrecer al Señor?

Manos tendidas

¿Qué le vas a ofrecer al Señor?

"¿Con qué me presentaré ante el Señor, y adoraré al Dios Altísimo?"

Son las palabras literales (según la versión RV60) que encontramos en el profeta Miqueas 6:6, una lectura de la que seguro has oído hablar o predicar en alguna ocasión.

El profeta Miqueas, escribió sobre el juicio de Dios a su pueblo, vivió y profetizó durante el reinado de Jotam, Acaz y Ezequías (Miqueas 1:1) reyes de Judá. Su mensaje es de juicio. Dios aparece cómo el juez universal. Uno de los grandes legados espirituales de su escrito, estriba en su enseñanza acerca de cómo aceptar y sobrellevar la ira divina. La ira de Dios pasa, pero su benignidad es eterna. Aún en su ira hay compasión. 

Para Miqueas el más grande pecado era la corrupción moral que vivía el pueblo de Israel en aquel tiempo y que entre otros pecados dio origen al juicio de Dios por parte de los Asirios contra el reino del Norte y posteriormente de los babilonios contra el reino de Judá.

Ahora bien y buscando la aplicación para nosotros hoy, en el versículo 6:6 que he citado al principio, Miqueas lanza esta pregunta ¿Con qué me presentaré a adorar al Señor, Dios de las alturas? (versión Dios Habla Hoy).

El texto sigue haciéndose preguntas relacionadas con los sacrificios propios de la época, llegando a citar no sólo el sacrificio de becerros de un año, sino de millares de carneros y de ríos de aceite, aún más, llega a citar el ofrecimiento en sacrificio del primogénito en pago de su rebelión y su pecado.

Qué palabras más contundentes, que preguntas sin respuesta en estos versículos, es la posición del ser humano para “contentar” a Dios, para calmar su ira. ¿Qué estaban dispuestos a ofrecerle a Dios? Ahora bien si trasladamos el contexto a nuestros días, ¿Qué estamos dispuestos a ofrecerle a Dios hoy?

Cómo cristianos sabemos que nada podemos ofrecerle al Señor por nuestro pecado por nuestra rebelión, pero en ocasiones pensamos que debemos de realizar esfuerzos, sacrificios para “contentar a Dios” y no escuchamos lo que unos versículos más adelante (Miqueas 6:8) dice respecto a lo que Dios pide de nosotros. Qué tan válido era en aquel momento, como lo es ahora en nuestro siglo XXI.

“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y que pide el Señor de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios” (versión RV60)

Sencillo de entender, difícil de practicar. ¿Qué le vas a ofrecer al Señor en este 2023?

Que nuestra respuesta sea no lo que nosotros consideremos que le puede agradar a Dios, sino lo que él nos ha pedido que hagamos.

Que el Señor se agrade con nuestra actitud y podamos adorarle cómo el único merecedor. Amén.

Benjamín Penalva